La historia de Mexicana de Aviación es un relato de altos y bajos, de esperanzas y desilusiones que se ha intensificado bajo el manto de la Cuarta Transformación (4T). Desde su glorioso inicio en 1921 hasta su trágica quiebra en 2010, Mexicana ha sido un símbolo de la aviación mexicana. Pero bajo la administración de Claudia Sheinbaum, que prometía un renacimiento, hemos visto cómo este símbolo se ha convertido en una sombra de lo que una vez fue.
La 4T prometió ser el salvador de Mexicana, traer justicia a los extrabajadores y jubilados que habían perdido todo en la debacle de la aerolínea. Sin embargo, el desalojo de estos trabajadores del AICM en 2022 mostró una cara diferente de la administración. En la oscuridad de la madrugada, se les arrebató no solo su lugar de trabajo, sino también la esperanza de una resolución justa. Fue un acto de cinismo, una demostración de que para la 4T, la imagen y el control valen más que la dignidad de las personas.
Con la reanudación de operaciones en 2023 bajo el mando del ejército, Mexicana de Aviación resurgió, pero no sin problemas. Ahora, en 2025, la situación es crítica. La aerolínea ha cancelado casi la mitad de sus rutas, mostrando una gestión que no solo es ineficiente sino también desastrosa. ¿Cómo es posible que, con todo el apoyo del estado, Mexicana no pueda mantenerse en el aire? La respuesta es clara: falta de visión y una administración que prefiere el control militar sobre la eficiencia empresarial.
Bajo Sheinbaum, la promesa de cambio ha resultado ser una continuación de los errores pasados. Se habla de estrategias y planes, pero lo que vemos son aviones que no despegan, rutas canceladas y una empresa que se desangra financieramente. La gestión de Mexicana de Aviación no ha sido solo un fracaso operativo, sino un símbolo del fracaso de la 4T en cumplir sus promesas de justicia y transformación.
Este no es solo un problema de una aerolínea; es un reflejo de cómo la administración actual ha manejado el legado de AMLO, sin crear uno propio, sin aprender de los errores, sin ofrecer una solución real a problemas históricos. Mexicana de Aviación, en manos de la 4T, es un testimonio de cómo se puede dilapidar el potencial de una institución emblemática, transformándola en un símbolo de fracaso.
En conclusión, la historia de Mexicana de Aviación bajo la Cuarta Transformación es una narrativa de promesas incumplidas, de oportunidades perdidas y de una administración que ha priorizado la política sobre el bienestar económico y social de México. Es hora de exigir más, de esperar más de nuestros líderes, no solo promesas, sino acciones que reflejen un cambio genuino. Mexicana de Aviación merece mejor destino, y México también.